Porqué edito la historia

Antes que nada advierto que para leer esta sección hacen falta conocimientos previos de la historia (haber leído la antigua versión de Mi Nueva Vida).

Comenzaré primeramente desde el momento en el que decidí escribir la historia. La verdad es que era un poco diferente, Yoh era un "don nadie" que pasaba muy desapercibido por el mundo y Akari era una bailarina extrovertida cansada de la rutina. Poco a poco, mientras pensaba en las escenas, las cosas fueron cambiando. Quizás mi obsesión con las personalidades oscuras y mi falta de decisión propia voltearon las cosas hasta tal punto en el que Yoh se convirtió en el muy concurrido guaperas, súper popular e indiferente chico del que muchos escriben y Akari se tornó en una supuesta fría chica que no le importa nada.

Un día muy aleatorio en el que no tenía computadora, abrí uno de mis cuadernos y comencé a escribir el primer capítulo. Sin mucho pensarlo lo hice, pasando por alto muchas cosas importantes como la personalidad de los personajes y la lógica de las situaciones. Yo solo escribí y así lo hice hasta tener como cinco capítulos. Le hablé de los primeros capítulos a los únicos dos amigos del liceo que sabían de mi afición de escribir sobre la historia, les gustó y me emocioné, así que superficialmente edité el primer capítulo (cambié el orden de algunos párrafos y ya) y ¡chas! a fictionpress.

Le hice mucha publicidad que dio resultado. Yo leía mucho y dejaba muchos reviews, así que fue fácil convencer a algunas personas de que me leyeran (y se los agradezco mucho, sobre todo el haber aguantado lo pesada que fui). Mientras recibía sus reviews y leía otras historias, se me subió el "quiero-que-me-lean" a la cabeza y dejé de pensar con claridad. Me volví esclava del cliché y la historia se volvió otra más del montón; algo muy distinto a lo que prometía a primera vista. 

Llegué a escribir 22 capítulos sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, hasta que el estrés de mi vida en esos momentos me ganó y dejé de escribir por un largo tiempo. 

Debo agradecer abiertamente a Tenshiko, excelente escritora y muy buena amiga (y madre, por supuesto), pues ella fue la que me hizo abrir los ojos, por decirlo así. Me di cuenta de que me volví una alcahueta de otras personas, y me rebajé demasiado. Quería hacer las cosas para obtener admiración por los demás, y no para darme satisfacción a mí misma. Quien me devolvió mi autoestima fue una chica, una chica que yo no conocía mucho pero que me envió un mensaje una vez, quizás por la preocupación de Tenshiko, haciéndome ver lo que yo valía. Gracias, Valentina, por ese mensaje tan repentino que me sorprendió muchísimo.

Mientras hablaba con Tenshiko, me daba cuenta de todos los errores que había cometido. Me sentí mal al principio pero comprendí que es parte de la vida. Poco a poco uno mejora y se da cuenta de qué puede arreglar y qué no. 

Por una parte, Yoh era demasiado perfecto, no, era asquerosamente perfecto. No tenía defectos, mañas, nada. Nunca examiné en realidad a ningún personaje. Akari era una malhumorada que no confiaba en nadie y ya al día siguiente se abría a Yoh. ¡NO! Eso no es posible, no. A parte de que era menor de edad y trabajaba hasta la madrugada en un bar donde la dejaban beber alcohol y emborracharse hasta el punto en el que el perfecto Yoh, para complacer a no sé cuál lectora, se aprovecha de ella y su estado para besuquearla. 

Me da mucho coraje pensar en cómo dejé que pasara eso, pero lo importante es que estoy aquí, admitiendo mis errores y arreglando la historia.

Además de convertir a Yoh en una persona, he cambiado algunos nombres. Por ejemplo, la psicóloga se llamará Azumi, pues Miyuki se confundía con Mitsuki. El doctor ahora será Hisao Shirane y el apellido de Yoh será Kimura.

Por otra parte, se hablará y profundizará más sobre Yumi, Mitsuki e Yoh; además reforzaré las personalidades de Akari, Ren y Hisao. Hay más diálogos, se explican más cosas y el proceso de aceptación Yoh-Akari es más largo.

De todas formas, mientras publique un nuevo capítulo, iré comentando al final sobre los cambios con más detalle.

De más está decir que me he esforzado muchísimo por editar Mi Nueva Vida. Anotaciones, borrones, cachetadas mentales, ¡he pasado de todo! Así que gracias por leer la historia, me hace muy feliz. Gracias por estar tan pendiente de la edición, no me puedo quejar pues he tenido mucho apoyo.

Espero que disfruten esta repontenciada historia que con mucho cariño escribí y edité. ¡Mil gracias!