lunes, 24 de octubre de 2011

La noche que siempre nos acompañó.


Ahora que lo recuerdo, siempre la pasé por alto a ella. Cada paso que dábamos a aquellas altas horas, con su oscuridad cobijándonos, cada una de nuestras pisadas sobre el pavimento ella las veló.

Desde la primera vez, con tu renuencia y mi absurda curiosidad, ella vigiló nuestras miradas, tus palabras llenas de odio y las mías aburridas y sin sentido. Tus pasos apresurados escapando de mí, y los míos torpemente rápidos intentando alcanzarte. Mi insistencia y tu rencor, tu dolor y mi vacío.

Ella estuvo presente cuando por primera vez en mi vida dejé de lado mi vana existencia para fijarme en alguien más, y en el mágico momento en el que abriste la puerta de tu corazón dos centímetros. Bajo ella quedaron selladas confesiones y lágrimas que nunca pensamos compartir, y que con arrepentimiento pero sin poder hacer nada, tú me regalaste; y entre esos regalos la noche también presenció las sonrisas que intercambiamos, tu rendición hacia mí y mi fascinación hacia ti.

¿Qué diría ella ahora? Me pregunto qué diría ante nuestro lento progreso, ante el gran obstáculo que se me presentó, ante el error que no pude evitar cometer, ante tu débil caída. ¿Qué diría de mí? ¿Me echaría la culpa así como lo hago yo? Seguramente sí, pero quizás me entendería, porque sólo ella fue testigo del amor que inconscientemente creció dentro de mí. Sólo ella conocía mis intenciones. ¿Qué diría de ti? ¿Su amiga la luna te llevaría al fin? Porque junto a la noche, la luna siempre estuvo vigilante igualmente.

Esperando el momento preciso, la luna actuó exactamente cuando lo tenía que hacer. Si es que terminaré odiándola yo también por llevarte consigo.

¿Qué pensaría la noche al respecto? ¿Te querrá llevar también? El cielo tiene ya suficientes estrellas, y yo te necesito conmigo. El cielo tiene suficiente iluminación, a mí me falta tu luz. No quiero apagarme de nuevo y espero que la noche, que sabe cuánto me duele, lo entienda.

Ahora sé que no estuvimos solos, que la noche y su luna saben cuánto te necesito; que sólo ellas saben cuánto me duele y cuánto te amo. Así que espero, con toda mi alma, que te regresen aquí conmigo, para que tú también sepas lo que ellas saben.
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Este es el último independiente que he escrito. Yoh se lo dice a Akari, o algo parecido. Mientras imagino las escenas futuras, me vienen a la cabeza estos pensamientos y los escribo. Quizás incluya partes en la historia, quizás no. Para detallar un poco, esta escena ocurre mucho después de donde está la historia original, creo que cada quien puede construir sus conclusiones, no está tan difícil de adivinar y bueno, se repite de nuevo la metáfora de la luna.

Saludos a Tenshiko, mi pseudo-madre. Espero que estés muy bien y que te gusten los pensamientos de Yoh. Ya verás que no será tan plástico y típico como antes, mantendré su personalidad como la describí al principio.

Por cierto, amé esa imagen. Me estoy matando por conseguir imágenes que se parezcan a la historia y esa me encantó. La verán mucho por ahí, quizás sea la principal de algún capítulo más adelante. ¿A que es hermosa? Se ve como mi Yoh y todo... ¡ji!

¡Gracias por leer!

3 comentarios:

  1. Kawaiii está genial esto de los pensamientos, y este "adelanto" mucho mejor XD.
    Espero con ansias que publiques lo capitulos, porque se que has puesto mucho esfuerzo en editarlos y quiero leer cual es el fruto de ese esfuerzo jejeje.

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  2. ¿Qué pasa? ¿Y no te acuerdas de mi?
    En fin, te perdono porque eres la consentida
    Es precioso... por cierto, soy Valentina
    Un abrazo

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  3. ¡Waa! Qué lindo nombre, botón de ángel. No, si para ti hay algo especial que aún no está listo, tiíta. ;)

    Gracias por leer, gracias Chris, por el entusiasmo, me incita a trabajar más y más duro.

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